Actividades en el río Sella
El Río Sella es un curso fluvial que recorre 66 Kilómetros desde su nacimiento en La Fuente del Infierno, en la localidad de Fonsella, próximo a Oseja de Sajambre, en la Provincia de León, hasta su desembocadura en el Mar Cantábrico, en la población de Ribadesella.
Durante su transcurso pasa por municipios como Ponga, Amieva, Cangas de Onís y finalmente vierte sus aguas al mar a través de la Ría de Ribadesella.
Es sin duda, el río más importante de todo el oriente Asturiano. Con un caudal medio de 18,07 metros cúbicos por segundo y con picos de hasta 36,62 metros cúbicos por segundo.
El Sella como lugar de diversión
El río Sella es escenario y telón de fondo de muchas actividades de ocio y aventura, entre la que destaca el Rafting con sus espectaculares embarcaciones para 6 a 8 personas, o el rey de reyes, el Descenso del Sella.
Prueba deportiva (bajo el nombre de Descenso Internacional del Sella) y actividad de turismo activo y aventura que atrae año tras año a miles de personas, que disfrutan del río, de la gastronomía de la zona y lo impactante del paisaje.
Un entorno protegido
Tal es la importancia de este río y su entorno que son varias figuras las que le dan protección.
Empezando por la más importante, el Parque Nacional de Picos de Europa, así como los Lugares de Interés Comunitario de Picos de Europa, Ponga-Amieva, Cueva Rosa, Ría de Ribadesella-Ría de Tinamayor, Sierra del Sueve o del Río Sella.
Todo ello protege a gran cantidad de fauna, como el Salmón, la Nutria, la Salamandra Rabilarga y diversas especies de murciélagos.
Durante el transcurso del río nos vamos encontrando con diferentes puntos de interés, como el salto de agua de 20 metros de Aguasalió, en el Puente Vidosa, en plano corazón del Desfiladero de los Bellos.
O uno de los puntos más fotografiados de Asturias, el célebre Puente Romano de Cangas de Onís.
Y hablando de puentes también podemos encontrar otro puente de los llamados romanos, que aunque de origen medieval todavía conservan su apodo y es el que se sitúa en la entrada del Río Dobra, que daba en su día servicio a una calzada romana, la Senda del Arcediano y que comunicaba la Meseta con Asturias.
Arte, historia y naturaleza en estado puro se dan mano en uno de los ríos más conocidos de todo el norte peninsular.
Escenario de paso de los siglos, de muchas aventuras, de momentos fundamentales para la historia y que desea ser el telón de fondo de tus propias aventuras y que os recibirá con sus cristalinas aguas para que disfrutéis de él al máximo.