El Puente de Arriondas
En estos días del año 2021 se está procediendo a los estudios previos para la reforma del puente de Arriondas, desde el que se da todos los años la tradicional salida en verso del Descenso Internacional del Sella - Fiesta de les Piragues.
El actual puente, ya ajado por el paso del tiempo, parece que tiene los días contados en su actual configuración, con lo que pasará a formar parte de la historia. Una historia que comienza con la construcción del primer puente que atravesaría el río Sella, poniendo en Comunicación Arriondas con Cangas de Onís, dejando obsoletos los obligados pasos en lancha, para la comunicación de personas y mercancías utilizadas ante la carencia de otro medio, excepción hecha del alejado puente romano en Cangas.
El día siete de septiembre de 1852 tiene comienzo el largo fin de este secular problema con la adjudicación en pública subasta de las obras de construcción del puente de Arriondas como parte de la carretera de Oviedo a Santander, con un presupuesto de 702.956,66 reales.
En 1859, salen a subasta las obras correspondientes a la carretera de Infiesto a Arriondas, estando la ubicación del puente ya predeterminada en el proyecto de esta carretera interrumpida en un tramo de 86 metros, entre las dos orillas del Sella.
Las dificultades de cimentación del estribo derecho y de los pilares dada la composición del terreno en el lecho fluvial, llevó a pensar a su creador el ingeniero, profesor y director de la Escuela de caminos, Pedro Pérez de la Sala, a pensar en la conveniencia de un puente de hierro de un solo tramo de 60 metros, que el mismo proyectó y que descartó porque presupuestariamente resultaba prácticamente igual hacerlo de piedra.
Ya comenzadas las obras en 1863 el ingeniero Javier Sanz, propone modificar la cimentación, dándole más profundidad ,para un buen asentamiento del pilar y con el fin de aumentar la seguridad durante la ejecución de las obras se construyó aguas arriba, en el margen izquierdo, una escollera para dirigir el cauce en línea recta hacia el claro del puente.
Para la realización de este puente, la piedra caliza de su sillería provenía de las canteras de Picovellar y de Ozanes, situadas a tres kilómetros de la obra y la mampostería de las canteras de Pilanegru, a un escaso kilómetro.
Ya con el puente en servicio en el año 1932, se fija como lugar de referencia para la salida de lo que sería la primera competición del Descenso del Sella en piragua. En este primer descenso competitivo después de las excursiones de años anteriores, toman la salida trece participantes, de la que resultaría ganadora la tripulada por Antón Duran y Cesar Sánchez Llano.
Tras cuatro años seguidos de competición, la celebración del Descenso del Sella se suspende, tras el estallido de la guerra civil, en 1936, hasta el año 1944.
Es, pues, en esta interfase cuando en el año 1937, en plena guerra, el puente fue volado y destruido por las fuerzas republicanas, ante el avance de los nacionales. Como curiosidad comentar, qué restos de los sillares de aquel puente todavía a día de hoy permanecen en el cauce del río y algunos de estos eran utilizados por Dionisio de la Huerta, para instalar el palco de salida de la Fiesta de las Piraguas a pie de río.
Después de esta voladura, y a partir del 15 de octubre de ese año 1937, las tropas nacionales dispusieron un puente provisional constituido por tres tramos rectos de madera, más otros dos a cada lado apoyados sobre los cimientos del puente anterior.
Así llegado el 5 de mayo de 1939, se presenta el proyecto de reconstrucción por parte del ingeniero Francisco González y González, que se materializaría construyendo el puente por partes, a la vez que se mantenía el provisional.
El resultado es el puente que llegó hasta nuestros días y es el que ha visto desfilar un buen número de campeones del Descenso, y que pasó a recibir el 30 de diciembre de 2011 la denominación de Puente Emilio Llamedo.
Fue así en nombre del que fuera sucesor del gran Dionisio de la Huerta al frente de la organización del Descenso Internacional del Sella.
El inicio de los actuales estudios para la reforma de este puente parten del año 2018 cuando se transfiere la titularidad de este puente desde la Administración del Estado al Principado de Asturias, para en marzo de 2020 iniciar los trámites de licitación para la redacción del proyecto en el que se barajan tres alternativas de obra: la ampliación del tablero existente, la ejecución de uno nuevo o la reparación integral del actual con una ampliación peatonal externa paralela al actual tablero.